Dancehall

QUÉ ES EL DANCEHALL?

El dancehall es un género musical y danza urbana del Caribe que se origina en la isla de Jamaica en la década de los 80. Sus raíces musicales derivan de otros ritmos tradicionales de base africana como el Kumina, el Mento, el Ska -Rhythm and Blues-, Rock Steady y finalmente el Reggae. 

Pese a su evidente conexión con del Reggae, existen diferencias fundamentales entre los dos géneros. El REGGAE surge en la década de los 60 y representa los ideales utópicos de la doctrina Rastafari, cuya figura central es el Rey Selassie I – (último emperador de la nación Etíope). Para los descendientes de la diáspora africana de esclavos en Jamaica, el reggae, representado por el gran ícono Bob Marley, encarna el ideal de regreso a la tierra prometida, es decir a Africa, que se constituye en un nuevo y seguro espacio imaginado en el Caribe. 

El REGGAE surge además en el contexto sociopolítico de la Independencia de Jamaica, que durante la guerra fría optó por el camino hacia el socialismo y cuyo máximo representante político fue Michael Manley, líder del Partido Laborista y presidente de este país durante dos períodos no simultáneos entre 1972-1980 y 1989-1992. En cuanto a sus ideales, el reggae expresa una visión utópica y pacífica vinculada a conceptos revolucionarios tales como la sociedad agrícola, el trabajo comunal, la paz, la equidad y la  justicia social. 

El DANCEHALL por el contrario, tiene sus orígenes en el contexto de transformaciones económicas y sociopolíticas de la década de los 80 en Jamaica cuando a partir del gobierno de Edward Saga se produce el giro hacia el capitalismo, modelo que implica un agresivo ajuste económico así como la militarización de la sociedad. El DANCEHALL se convierte así en una válvula de liberación de la sociedades marginadas (guetos) para escapar de la violencia, la opresión sociopolítica, la segregación cultural y la pobreza. El mensaje de sus letras pierde el tono pacifista y sus letras ahora son crudas, realistas e incorporan el uso del mensaje violento.

Los HALLS son las cocinas, los patios de las casas, o cualquier espacio libre en donde originalmente se baila para escapar, resguardarse y resistir a la violencia y a los estereotipos sociales, por esto, los primeros artistas del Dancehall provienen de las áreas de bajos ingresos o del “Down Town” de Jamaica. El DANCEHALL es considerado entonces, una "danza emergente o sumergida" y ha sido popularizado por sus letras provocativas, la poliritmia de su música, las rutinas de danza, el contenido sociopolítico y la liberación sexual. Existe además una comparación válida entre el Dancehall y las danzas africanas en lo referente a la liberación comunal y la posesión espiritista y espiritual. La de Dancehall, no obstante, es una posesión distinta porque está atravesada por la tecnificación, pero que tiene su eco en la forma africana original. 

Se cree que el DANCEHALL es una forma de arte fluido que se adhiere a la función competitiva y catártica de la danza que se crea como una forma de liberación para una población oprimida, que promueve el autoreconocimiento (selfpride) y la autenticidad cultural, es decir, que tiene un valor terapéutico que sirve para pacificar el dolor.  Más que un género musical, también se le puede considerar una cultura o subcultura que busca trascender y desafiar las limitaciones sociales y ha sido catalogado como "el sonido de la nación jamaicana": un ejercicio de resistencia frente a las estructuras hegemónicas de la sociedad racista, clasista y colonialista que configuró a la totalidad de la región Caribe.

Una de las características principales del DANCEHALL es el uso del “SOUND SYSTEM” y su masiva difusión a través de toda clase de medios electrónicos: el uso de videocámaras, la transmisión de fiestas por televisión y el Dj Style, entre otros. En el espacio de baile, que se constituye como un espacio circular y estructurado, los artistas se dan a conocer con su estilo y sus performances y pagan para popularizar sus canciones mientras ocurre el "toasting" o transmisión en vivo de las fiestas que se divulgan en la televisión local.

La base musical de muchas de las canciones en el DANCEHALL son los denominados RIDDIMS o pistas musicales que se manipulan para interpretar diferentes voces y canciones sobre ellas. Para cada riddim popular que surge hay decenas de versiones que se crearán sobre el mismo. El DANCEHALL se caracteriza así mismo, por el uso del “slackness” ó terminología "vulgar" y emplea regularmente la lengua creole de base inglesa y de origen jamaicano, mejor conocido como "patois", pues ello hace parte de la lógica de resistencia frente a la imposición de las lenguas y las formas educativas de los colonizadores. 

Paradójicamente, en la representación visual del DANCEHALL proliferan las imágenes del lujo, el consumo, la moda de la opulencia, el dinero y el derroche, con ello, los jóvenes del gueto, los artistas y los bailarines en asenso expresan su deseo por la posesión de aquellos lujos que les han sido negados históricamente por sus opresores y encarnan la figura del nuevo rico que las clases más favorecidas interpretan como extravagante y a la vez amenazante frente a su propio estatus social. De este modo, el DANCEHALL logra apropiar el estilo/modelo capitalista para universalizar un mensaje revolucionario a través de la distribución masiva de sus imágenes y sus mensajes, usando el modelo de producción/consumo para desafiar al mismo capitalismo desde una apuesta estética y crítica que revela su lugar simbólico de resistencia. 

Otro rasgo característico y muy polémico del DANCEHALL es la rígida estructura patriarcal y de la sociedad heterosexual (misógina y homofóbica) que se defiende como norma de género en relación con los roles estrictos que deben cumplir hombres y mujeres dentro de la danza. No obstante, el camino hacia la revolución de las mujeres dentro del dancehall ha ido creciendo recientemente y ha logrado popularizarse a nivel mundial. 

En pocas palabras, el DANCEHALL ha servido como un medio de preservación cultural frente a un futuro poco previsible y lleno de desafíos para la sociedad jamaicana y se ha convertido en el espacio para conectar los ritmos de una nación que trasciende las limitaciones del Estado Nación, creando nuevas nuevas conexiones transculturales que hoy ya han logrado atravesar las distintas latitudes del planeta.