Peligrosa "Punaany" (Vagina): La Misoginia y "Femiphobia" en el Dancehall.

La construcción interpretativa y discursiva del cuerpo femenino en el Dancehall se define a partir de los conceptos propios de la masculinidad. Así, la "feminidad" se considera una peligrosa "situación" por parte de los grupos masculinos de los guetos jamaicanos.  En consecuencia, la “Punaany” (vagina) debe ser conquistada como una forma demostrable de dominar el sexo, el conocimiento y el poder sexuales en la sociedad en general ” (Pinnock, 2007). En la danza, la representación explícita del acto sexual donde el hombre emula una penetración con la mujer expresa dicha posesión de género.  

Otra expresión de misoginia está relacionada tanto con la felación como con el cunnilingus que son prohibidos en la cultura de las primeras fases del dancehall, especialmente si se trata del sexo oral para satisfacción de las mujeres. "Se advierte al" rudeboy "jamaicano /" ghetto yute "que no realice los rituales castrantes del sexo oral (con mujeres), pues ceden sus poderes (masculinos) a esta peligrosa mujer" (Hope, 2006)

                                                                 Renking Meat Por: Ninja Man

        

En su canción "Renking Meat", el famoso DJ del Dancehall Ninja Man, evidencia su fobia hacia la vagina de la mujer. En pocas palabras, dice que hacer sexo oral es impertinente, que la vagina es mal oliente y que hay un mal comportamiento de los hombres que "comen debajo de las sábanas"..."Ninja Man jamás haría eso" dice la canción. 

“Now all a de men dem

We a nyam [eat] de renking meat… [impertinent, smelly vagina]

Gal give me piece of de renking meat…

Nuff [many] man get nasty and eat under sheet

Me tell yuh de truth Ninja man naw [doesn’t] go do it” (Olsen & Gould, 2008)

La exhortación posterior de Baby Cham en su canción “Boom” de que su mujer tiene que succionar, es decir, realizar una felación, muestra la tolerancia progresiva para la práctica de la relación frente al hombre, pero no así en el caso de la mujer, ya que Baby Cham documenta su propio éxtasis extremo  (Hope, 2006).